La ermita del Monte Calvario es un bello y silencioso lugar que ha sido testigo de la historia de Málaga, la construcción primitiva era un humilladero y pequeño eremitorio que erigieron los frailes Mínimos del Convento de la Victoria en 1495, fue objeto de nuevas restauraciones en el siglo XVII y XVIII, en su actual fachada destaca una cruz en hierro que indica la última estación del viacrucis que inicia en la calle Amargura.
El cerro de San Cristóbal en donde se asienta la ermita del Monte Calvario era un estratégico lugar que fue aprovechado por tropas sevillanas para cercar la ciudad de Málaga. Después de conquistada la ciudad, los terrenos del monte fueron donados por los Reyes Católicos a la Orden de los Mínimos de la Victoria, allí construyeron un pequeño humilladero que era visitado todos los viernes por medio un piadoso vía crucis que la orden había organizado con ayuda de los de su comunidad. Este humilladero fue ampliado a una pequeña ermita en el siglo XVI.
En el siglo XVII se crea la Orden Tercera del Santo Cristo del Monte Calvario cuya función era la de cuidar la ermita y continuar con los cultos en ella, con la cesión de sus derechos la ermita del Monte calvario fue ampliada utilizando como material las mismas piedras de su cantera.
Durante la Guerra Civil la ermita del Monte Calvario fue ocupada por las tropas republicanas, en el saqueo fueron destruidas numerosas tallas entre ellas un Cristo del siglo XVIII. Después de esto la realización de los cultos de la ermita se interrumpen y se vuelven a retomar casi veinte años después de los hechos vandálicos.
En 1977 se reorganiza la hermandad del Calvario cuyos titulares presiden el altar mayor de la ermita. En 1987 el obispado de Málaga cede a perpetuidad el templo a la hermandad. Este lugar ha sido declarado por la junta de Andalucía como Sitio Histórico de la ciudad.